Antes de la Marcha |
CRÓNICA DE LA MARCHA DE PALMA DEL RIO, POR EL GAITERO.
A las 7 de la mañana, como siempre: el Presi, el Pabe, Herruzo, Mora y el Menda quedamos en la puerta de "la Paloma" y, antes de partir, comprobamos que no había nadie durmiendo en el coche rojo, jajaja.
Salimos hacia Palma del Río y el señorito Herruzo se quedó atrás haciendo su maleta (no dejes para mañana el cubalibre que te puedas beber hoy, jajaja).
Al llegar a Palma del Río recogimos los correspondientes dorsales y nos fuimos a cambiarnos de ropa. Mientras me estaba vistiendo, siento a lo lejos trotar un caballo acercándose hacia mi, ¡coño que no era un caballo!, que era el Herruzo con problemas en los "cuartos traseros", y es que tenía una piedra incrustada en las botas y se la logré quitar con sufrimiento haciendo palanca con una llave.
Poco después nos hicimos las correspondientes fotos, y ya se oía a la organización por los altavoces que nos explicaba el recorrido.
Comenzó la Marcha con un bonito paseo por el pueblo pero, a pocos kilómetros de la salida, comenzó mi calvario: ¡¡primer pinchazo!! Lo reparé con la ayuda de la organización y continué la carrera a toda máquina intentando unirme al grupo antes de que se diera la salida al tramo cronometrado.
A lo lejos veía al grupo y poco antes de llegar a ellos dieron la salida, cual fue mi sorpresa que ya con la lengua fuera a punto de unirme al pelotón, ¡¡segundo pinchazo!!
Probé a inflar la rueda para que me aguantara y así poder hacer los 10 o 15 km que quedaban para llegar a meta. Continúo la marcha y comienzo a adelantar a mucha gente, aunque en algunos sitios era casi imposible porque eran veredas con muchas palmeritas y no había espacios, por cierto el paisaje era precioso. Tal era mi ceguera pedaleando que al pasar a un Ajierro sin darme cuenta, escucho - ¡Vamos Gaitero!- y ¡Coño! era el Morita. Al kilómetro aproximadamente veo al chico de la piedra, lo adelanté y comienzo anotar la rueda baja en presión. Me informaba la organización que sólo quedaba entre 1 o 2 km para llegar a la meta, pero la rueda no aguantó más, se desinfló y se quedó en llanta. Decido continuar a pie y comienzan a pasarme los compañeros Ajierros ofreciéndome su ayuda, la cual rechacé para que ellos lograran llegar lo antes posible y no estropearles sus tiempos. La entrada a la meta era prácticamente en llano y decidí montarme en la bici y llegar al final con la rueda en llanta.
Acabado el suplicio me tiré al avituallamiento buscando ¡¡AGUA!!.
Aún quedaban seis kilómetros de tramo neutralizado para llegar de nuevo a Palma del Río, y el Presi se ofreció para arreglarme el pinchazo, detalle que agradezco, pero yo estaba hasta los H….. de bicicleta, busqué el coche escoba para echar la bici y montarme en él.
Bicicletas a los coches y a las duchas. Salgo de la ducha y nueva sorpresa, ¡no encuentro los pantalones del chándal!….toalla de taparrabos y al coche a por el pantalón.
Entrega de premios, el Presi nª 1 en su categoría, el Pabe por milésimas no subió al podio y yo el séptimo en mi categoría. Del Mora y del Herruzo no recuerdo la posición, pero lo hicieron muy bien.
Comida deliciosa, agradecerle a la organización lo bien organizado que estaba todo, sobre todo siendo la primera vez. ¡Enhorabuena, un 10!
Pd: ¡¡Sorpresa!! ¡¡A la mañana siguiente la otra rueda también estaba pinchada!!
Fin y a comer carrilladas (Unnn...... que buenas) |
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